Otros textos de
Internacional
Pese a este logro histórico, no
esperemos un Nóbel de la Paz para Trump
Zohran Mamdami: ¿serán tan
pendejos en Nueva York como para votar por él?
Tulsi Gabbard; la ley del karma sigue a su
favor
El peor de los demócratas: Al Gore
Francisco, un Papa lejos de las expectativas
Archivo
|
INTERNACIONAL

La izquierda siempre será
hipócrita: Alexandra Ocasio-Cortez
Por supuestísimo, los medios la alabaron como mujer "empoderada" y
parte de una minoría racial que lleva años siendo pisoteada por el
patriarcado explorador. Pero ahora que sabemos que esta congresista
creció en un sector de clase alta y no el el Bronx, como tanto ella
ha cacareado, los reporteros que tanto la elogiaban se han
transformado en grillos
Versión impresión
JULIO, 2025.
"Un ejemplo de superación para las mujeres latinas en Estados
Unidos", fue como definió la revista TIME un profile
(perfil) acerca de una chica que sorpresivamente ganó la candidatura
demócrata como representante de Nueva York, específicamente el
distrito del Bronx, uno de los más poblados de la urbe.
La prensa liberal de Estados Unidos destacó desde el principio el
"origen humilde" de Alexandra Ocasio-Cortez: cómo pasó una infancia
de privaciones en una sociedad que, por supuesto, discriminaba a
ella y a su familia por el solo hecho de ser latina, y de cómo su
madre tuvo que ingeniárselas para sacar adelante a la familia luego
que su padre falleciera tras una lamentable enfermedad.
Los medios igualmente enfatizaron que la muchacha, que estudió
abogacía, sintió enorme frustración dado que su padre no tuvo acceso
al servicio médico gratuito y la familia Ocasio no contaba con los
fondos para costarse un hospital privado. Ocasio- Cortez también he
hecho énfasis de que "como una chica del Bronx, tuve que enfrentar
también la enorme lucha que representa ser una mujer latina" para
agregar que "la discriminación fue parte de mi vida diaria en un
sitio tan difícil para sobrevivir como es el Bronx2. (Nótese la
analogía del "ser querido que muere ante el afán de lucrar de la
medicina" con la historia que contó Obama y que perdió a su madre
ante la imposibilidad de costearse un servicio médico privado).
En los años sesenta, miles de jóvenes llamados a sí mismos
hippies invadieron las calles del mundo clamando por la
revolución proletaria, se asumían como "víctimas de un sistema
injusto" y lanzaban escupitajos verbales contra "los ricos que
nos mantienen en la marginación y bajo vergonzantes índices de
pobreza". Una vez terminadas esas manifestaciones, aquellos
hippies regresaban a sus casas "a dormir en las mullidas camas
de papá" en los sectores residenciales de Nueva York, San Francisco,
y varias ciudades europeas, como alguna vez escribió
Enrique Krauze.
Hipocresía pura.
Quizá sí tome un baño diario aunque no porte gigantescos aretes ni
lleve ropas sicodélicas, pero Alexandra Ocasio-Cortez, como buena
izquierdista, sigue siendo igual de hipocríta que aquellos
hippies sesenteros.
El periodista y vloguero Benny Johnson destapó el que quizá sea el
caso de hipocresía más aberrante dentro de la "nueva casta" del
Partido Demócrata, y que en nada difiere de la doble cara de
demócratas veteranos como
Bernie Sanders (por más "independiente"
que diga ser), así como Elizabeth "Pocahontas" Warren. Johnson
realizó un trabajo de investigación donde deja en claro un punto: la
muchacha, conocida también como AOC, no nació en el Bronx
pero sí vivió varios años en Yorktown Heights, un sector de clase
acomodada, sitio pletórico en áreas verdes, lujosas cafeterías y
restaurantes exclusivos.
Johnson entrevistó a varios residentes en Yorktown Heights quienes
coincidieron en que AOC "vivió aquí por muchos años", dijo una mujer
mientras otro refirió "era muy parlanchina pero no podrías
calificarla como carismática". Johnson visitó la casa donde vivió la
congresista, valuada en medio millón de dólares,
"difícilmente alguien que haya tenido tantas privaciones económicas
podría vivir en una residencia así", señaló Johnson.
Luego de graduarse, la congresista se mudó a Nueva York donde abrió
una pequeña cafetería en el centro de Manhattan, pero dado que en
área la competencia es feroz --en cada cuadra de Manhattan hay por
lo menos dos cafeterías-- el establecimiento se vio obligado a
cerrar. Su brinco a la política se dio cuando destacó como activista
que promovió el voto a favor de Barack Obama. Luego vendría su
discurso victimista, de "oprimida" en una sociedad capitalista. Su
ascenso fue meteórico y su estrategia, indudablemente, tuvo éxito:
en el 2017 Ocasio-Cortez fue electa miembro de la Cámara de
Representantes por el estado de Nueva York y desde entonces ha
logrado reelegirse holgadamente. Se sospecha que su "padrino" es el
multimillonario George Soros y que los fondos a su equipo de campaña
provienen de la fiduciaria Black Rock, responsable en buena parte de
que varias empresas de alcance mundial se hayan vuelto woke y
promotoras de la ideología LGBT.
Ello explicaría que Ocasio-Cortez, a quien rara vez se le ve visitar
su distrito, siga ganando elecciones en el Bronx.
Ocasio-Cortez se suma a otras colegas demócratas, igualmente
hipócritas, que se han hecho pasar por algo que no son: Rachel
Dolezal fingió ser negra e incluso encabezó una ONG promotora de los
derechos de las mujeres afroamericanas en el área laboral y
simpatizante demócrata. Luego se supo que la mujer no tenía una sola
gota de sangre afroamericana y su origen era alemán-holandés. Años
más tarde la todavía congresista Elizabeth Warren se vio obligada a
tomarse una prueba de ADN que demostró que apenas tenía .1 por
ciento de sangre nativoamericana. Lo aberrante del asunto es que por
años Warren aseguraba cómo un abuelo "me enseñó las costumbres de su
tribu", aunque eso no fue lo peor: la mujer ocupó en Harvard un
espacio de las cuotas que la universidad destina a los
nativoamericanos, quitándole el sitio a un estudiante
nativoamericano auténtico. Warren, quien más bien tiene aspecto de
abuelita que prepara pays y limonada para sus nietos en el medio
oeste norteamericano, jamás se ha disculpado por este hecho.
Al conocerse esta noticia, Ocasio-Cortez se vio obligada a reconocer
que había vivido en Kingston Heights, "estoy orgullosa de ello pues
cual me ayudó a ver dos distintas perpsectivas de la vida en Estados
Unidos". Pero Johnson se pregunta: "Si ella dice estar tan orgullosa
¿por qué ha escondido este episodio de su vida a sus electores?
Nadie esconde aquello que le provoca orgullo."
El doble discurso de Ocasio-Cortez es importante para conocer quien
es realmente esta mujer que se dice tan amiga de los pobres y
los oprimidos. Después de todo varios simpatizantes demócratas la
barajan para buscar la presidencia en el 2028, algo que el
economista español Daniel Lacalle prevé "marcaría en Estados Unidos
una fuga de divisas jamás vista si esta mujer llegase a la Casa
Blanca."
¿Afectará este acto de aberrante hipocresía las aspiraciones de
Alexandra Ocasio Cortez? Es poco probable: Kamala Harris acusó de
"racista" a Joe Biden en uno de los debates a los pocos meses
gustosa aceptó que éste le ofreciera la vicepresidencia mientras que
"Pocahontas" Warren continúa como legisladora pese a hacerse pasar
por nativoamericana para ingresar a una universidad. Lo único que
queda para neutralizar a estos políticos nefastos como AOC que
amenazan con desintegrar a los Estados Unidos es esperar que a
Donald Trump le vaya bien de aquí al final de su gobierno. La mejor
manera de destruir la hipocresía de la izquierda demócrata es con
los contundentes hechos que hagan humo sus mentiras y sus
desmesuradas promesas.
Textos
relacionados
Con Alexandra-Ocasio Cortez, lo
trasnochado vuelve a ser novedoso [Agosto, 2018]
¿Desea opinar sobre este texto?
fasenlinea@yahoo.com
oscar_maderecho@gmail.com
0
opiniones |