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LITERATURA

¡Excelente, JK Rowling!
Decir
algo que hasta hace poco era considerado obvio es hoy motivo de
cancelación e intolerancia. Pero tras un importante veredicto
de la Corte británica, las aguas parecen haber amainado un poco. Con
ello llegó el momento en que la autora de Harry Potter ajustara
cuentas con los protagonistas de sus serie los cuales,
malagradecidos, le pegaron sin misericordia. La respuesta de
JK Rowling a esa afrenta ha sido certera y filosa. Nadie quisiera
tener como enemiga a esta escritora escocesa
Versión impresión
OCTUBRE, 2025. Si eso que
conocemos como "empoderamiento" no fuera hoy un término tan
desgastado tan politizado, JK Rowling sería un ejemplo, claro,
prístino, de "empoderamiento" femenino: una mujer que un día vivía
del dinero que el Estado proporciona a los desempleados y le pedía
de favor a un amigo suyo que le prestara la mesa de una pequeña
cafetería de Glasgow donde escribió a mano los primeros bosquejos de
Harry Potter y luego los reescribió en una desvencijada máquina de
escribir.
Actualmente, JK Rowling es multimillonaria y se estima es la mujer
más rica de Inglaterra (hasta antes de su fallecimiento, la Reina
Isabel ostentaba ese puesto) mientras sus libros han vendido más de
mil millones de copias en todo el mundo; su éxito ha sido incluso
más grande que el de Agatha Christie, considerada la escritora
británica más exitosa de todos los tiempos. Si ello no es
empoderamiento femenino --entendido éste como una mujer que aplica a
su favor espacios que antes le eran negados o restringidos-- JK
Rowling debiera ser un ejemplo para las feministas de todo el mundo.
Pero en este planeta donde el sentido común ha sufrido heridas
mortales, sucede todo lo contrario.
JK Rowling no fue la única que salió de pobre con las aventuras de
Harry Potter. Sus protagonistas en la versión cinematográfica fueron
más afortunados, incluso más que un ganador de la lotería (se les
escogió entre más de 2 mil candidatos) ya que en un par de años
pasaron ellos mismos a ser millonarios. Como se sabe, los tres
principales protagonistas de la historia fueron Harry (Daniel
Rattcliffe), el timorato y miedoso Ron Weasley (Ruppert Grint) y la
precoz y simpática Hermoine (Emma Watson).
Y como suele suceder con otros autores, las novelas que JK Rowling
que no están relacionadas con el maguito de Hogwarts han tenido mucho
menor trascendencia, algo entendible si recordamos que la misma
autora afirmó que con Harry Potter, "usé todos los recursos que
salían de mi imaginación", al punto que los últimos tres libros de
la saga se perciben más como meras prolongaciones de la historia
específicamente creadas para vender más copias.
Es común que los protagonistas de sagas superexitosas batallen para
salir del
encasillamiento, y los tres ex alumnos de Hogwarts, hoy en la edad
adulta, no han escapado a la maldición, pero donde sí fueron
seducidos fue en convertirse en voceros woke, algo que quedó de
manifiesto cuando JK Rowling publicó un tuit donde expresó algo que
hasta hace poco era una obviedad: quien nace con pene es hombre y
quien nace con vagina es mujer. Ello bastó para que se "cancelara" a JK
Rowling; muchos de sus fans, supuestos promotores de la tolerancia,
echaron a la
basura sus libros, los incineraron y convocaron a un "boicot" al que
los tres actores se unieron incondicionalmente.
JK Rowling ofreció una explicación mesurada ante la reacción: tras
reafirmar que ella respetaba a la comunidad trans, igualmente reprobaba
el hecho de todo aquel que se "percibiera" como mujer tuviera
derecho a entrar a los baños o sanitarios exclusivos
para el sexo femenino. Como respuesta, se le acusó de "intolerante",
una ofensiva encabezada por los tres principales actores de la saga
aunque Watson fue quizá la más virulenta: "(JK Rowling) desconoce en
mundo en que vive", dijo Watson en una
entrevista, un golpe brutal que la exitosa autora se tragó en
silencio.
Sin embargo en el 2024 la Corte británica emitió un veredicto
contundente: solo se reconocen dos sexos, masculino y femenino, lo
cual bajo ninguna circunstancia eliminaba las preferencias sexuales
de cada individuo, consideradas privadas e inapelables. El veredicto
fue altamente festejado por la comunidad lesbiana, la que se percibe
como mujer y porque, ejem, le gusta estar con mujeres y por tanto
ostenta todo derecho a usar los sanitarios para mujeres. Y aunque la
Corte no lo dijo abiertamente el veredicto lo dejaba en claro: todo
hombre que se perciba como mujer y por ello cree tener derecho a
ingresar al baño destinado al sexo femenino, apesta mucho a
pervertido sexual.
Esta decisión fue importantísima pese a que la banderita multicolor
sigue ondeando en muchos establecimientos de la Gran Bretaña y la
comunidad LGBT sigue pareciendo su adoctrinamiento en los planteles
escolares británicos. Sin embargo, la reelección de Donald Trump el
pasado noviembre ha repercutido en un giro opuesto de péndulo en ese
país y donde la megamanifestación antiiinmigrantes ilegales hace un
mes fue apenas el principio de lo que se viene, una reacción que ni
el Estado británico ni los grandes medios han podido detener.
¡Hipocritus ridiculum!
Hace unas semanas
Emma "Hermoine" Watson concedió una entrevista donde manifestó
sentir "enorme aprecio" por JK Rowling y agregó, en tono
conciliador: "Mi mayor deseo es que la gente que no comparte mis
puntos de vista aún me quiera, y espero que me sigan queriendo
aquellos que no necesariamente estarán de acuerdo conmigo," dijo en
la entrevista.
Llama la atención cómo estos
actricitos y actricitas woke exigen que los demás los sigan
queriendo aunque la gente esté en desacuerdo con ellos, pero
explotan de rabia y exigen que todo aquel que exprese puntos de
vista que ellos no comparten sean asilenciados y cancelados
ipsofactísimo. Nadie les ha recordado que la libertad de expresión
avanza en dos carriles, no nada más en lo que a ellos conviene y
agrada.
JK Rowling se cansó de guardarse tantas humillaciones y respondió a
Watson en un tuit: "Por lo visto atacarme ya no está tan de moda
como hasta hace poco", para más adelante refrendar aquella frase de
Mark Twain: "las palabras pueden tener efectos más devastadores que
el arma más afilada".
Rowling acusó de hipocresía a "Hermoine" Watson pues mientras la
atacaba sin piedad en público, en privado "(Emma) me envió una nota
escrita a mano donde decía estar consternada por lo que estaba yo
pasando. Todo esto ocurrió en el punto máximo de amenazas de muerte,
tortura y violación en mi contra. Emma le puso más gasolina al fuego
en público pero esperaba que con unas cuantas palabras ella
confirmaría su compasión hacia mí".
En otras palabras, Watson se unió al coro woke que incluso exigió
linchamiento y arresto contra JK Rowling pero también le pedía
comprensión ("esto no es en serio, amiga, aún te quiero aunque te
esté tirando madrazos en público"). Pero la siguiente línea
redactada por la autora, aparte de exponer a Watson como una
hipócrita, describe perfectamente a la inmadura y privilegiada
generación woke, una generación gretathunbergesca totalmente
desconectada de la realidad y que cree que el resto del mundo debe
adecuarse a lo que ellos exigen y proponen:
"Como otros tantos que jamás han experimentado el ser adulto sin la
red protectora que dan la fama y la riqueza, Emma está totalmente
desconectada de la vida real que no se no tiene idea de hasta dónde
llega su propia ignorancia".
Eso se llama demoler argumentos de manera impecable. Luego de
escupirle por ejercer su derecho a tener sus propias ideas en torno
a esos transexuales que de un día otro se sienten mujeres a los que
nadie debe prohibir le entrada a las sanitarios femeninos, sin
acudir a las adjetivaciones absurdas tan propias de la izquierda
trasnochada Rowling parece decirnos: "lo que aquí tenemos es una
niña malcriada, rodeada de lujos desde la infancia y que se une a
una causa que no comprende, como tampoco comprende las consecuencias
de apoyarla".
Abunda la autora:
"Yo no era multimillonaria a los 14 años. Yo vivía en la pobreza
cuando escribí ese libro que hizo famosa a Emma por todo el mundo".
¡Púmbale, duro y macizo donde más de duele!
Y vino el remate, redactado de manera tal que exhibe, sin agresiones
ni altisonantes, la mediocre carrera de Emma Watson:
"A causa de ello (el haber sido pobre) sé de primera mano lo que
signiica para muchas niñas y mujeres que sus derechos les sean
despojados, algo que Emma ha apoyado decisivamente. La más grande
ironía de todo esto es que en su última entrevista, Emma
supuestamente decidió expresar que me estima y que me apoya, y
sospecho que cambió súbitamente porque se ha dado cuenta que
condenarme en público ya no está tan de moda como hasta hace poco".
Vaya prosa devastadora y contundente por parte de JK Rowling. La
verdad, a cualquiera aterraría tenerla de enemiga.
Lo que sin duda ha irritado más a JK Rowling es el desagradecimiento
de sus tres protagonistas. Fue ella, y no los estudios Warner, quien
escogió a los tres para que caracterizaran a esos personajes tan
amados en todo el mundo. Fue JK Rowling quien abogó en especial por
Daniel "Harry Potter" Ratcliffe cuando los estudios expresaron sus
dudas de que éste pudiera cargar con el estelar, y fue JK Rowling
quien convirtió a estos tres malagradecidos actorcitos en
millonarios que en el futuro ya no tendrán necesidad alguna de
trabajar.
"Yo estuve contigo cuando me necesitabas, pero cuando te necesité tu
nunca me apoyaste", es es el mensaje de JK Rowling a Emma Watson.
"Si crees que con una disculpita voy a olvidar todo lo que me
hiciste pasar, you're fucked up".
JK Rowling es una escritora de tendencia izquierdista, eso lo
sabemos todos. Pero también es parte de una izquierda más genuina,
más realista, que no se anda con hipocresías como hablar en nombre
de los jodidos cuando mi cuenta bancaria está atiborrada.
JK Rowling apoyó en su tuit una noción que el feminismo defendió por
décadas, esto es, sentirte orgullosa de ser mujer y de no permitir
que alguien que no sea mujer quiera aplastar o destruir esos
derechos que tu misma te has ganado y que tanto te costó conquistar.
¿Y qué acaso no eso lo que pretenden esos sujetos con el pito
colgando que por afirmar de un día al otro que ya son mujeres
quieren entrar a los baños, los gimnasios y los sanitarios
reservados para seres humanos que nacieron con una vagina?
JK Rowling originalmente cayó en el jueguito al afirmar que
Dumblemore, el director de Hogwarts, "iba a ser gay" pero decidió
dejar el asunto por la paz. Y aunque la autora había dejado en claro
que la saga de Harry Potter "había concluido para siempre",
igualmente se sabe que están en proceso nuevas aventuras del mago
con una cicatriz en la frente. Se especula que el protagonista ahora
será
afroamericano y que el casting será "más incluyente". Si la historia
resulta ser interesante y cautivante, como ocurrió con los tres
primeros libros, el color de piel de los protagonistas será lo que
menos importe. Ojala que no se trate de una porquería woke. Es de
confiar que esta talentosa escocesa, como lo dijo en su tuit, está
consciente que toda esa porquería "ya no está de moda". Confiemos
que así sea.
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