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Y DEMÁS/Obituario

Rob Reiner, adiós a un grande, aunque hayas sido de
izquierda
Veterano de tiempos
en que la izquierda transmitía mensajes mediante guiones
entretenidos y muy bien hechos, este cineasta, guionista y director
de cintas legendarias, falleció de manera trágica, aparentemente por
un conflicto familiar. Ojalá Hollywood algún día regrese a los
tiempos en que gente como Rob Reiner dominaban a la industria. Fue
hombre de izquierdas, por supuesto, pero no importa: fue también uno
de los grandes
Versión impresión
DICIEMBRE, 2025. La escena se
da en un concurrido restaurante neoyorquino: Harry Burns (Billy
Crystal) asegura a Sally Albright (Meg Ryan) que las mujeres
necesitan de un hombre para alcanzar el orgasmo, ella da un mordisco
a su sandwich de pavo y comienza a agitar la cabellera y a gemir de
gozo ante la divertida mirada de los
demás comensales. La jocosa escena cierra cuando una mujer pide a la
mesera: "Tráigame lo mismo que a ella..."
La cinta, por supuesto, es Cuando Harry Conoce a Harry donde
se explora la interrogante ¿es posible que un hombre y una mujer
sean solo amigos sin intención de terminar en la cama? La respuesta
es NO: inevitablemente se interpondrá la hormona entre ambos.
En The Spirit of 76, película estelarizada por David Cassidy,
Rob Reiner interpreta a un motivador que obliga a sus seguidores a
repetir la mantra "¡soy un pendejo!" (esta cinta, por cierto, la
dirigió su padre, el comediante Carl Reiner) y qué decir de This
Is Spinal Tap, cinta estrenada en 1984 y que retrata, con filoso
sarcasmo, la vida de excesos de una banda de rock de los años 70. La
última película de Rob Reiner fue, precisamente, la segunda parte de
Spinal Tap, aunque ya despojada de mucha de su pólvora;
cuando este grupo de rock imaginario participó en un concierto
proecologista organizado por Al Gore, el chiste perdió toda su
gracia.
Sin embargo, los más veteranos recuerdan a Rob Reiner por la serie
Todo Queda en Familia (All in the Family) donde éste
personifica a Michael, el esposo de Gloria (Sally Struthers) hija de
Archie Bunker (Carroll O'Conor) un racista y reaccionario
que lo mismo se lanza contra los judíos, los negros o los latinos, y
asume que "Hitler era un incomprendido". La serie tuvo un éxito
espectacular y hasta se cuenta que Richard Nixon no se perdía un
episodio y que soltaba estruendosas carcajadas en
la Sala Oval de la Casa Blanca cada que la sintonizaba.
Muchos de esos guiones fueron escritos por Rob Reiner y, por
supuesto, esa serie jamás podría transmitirse en nuestros días pese
a lo que el protagonista O'Connor, quien procuró mantenerse alejado
del personaje de Archie, advirtió que "el
programa es una denuncia contra los prejuicios raciales, pero
teníamos que hacerlo de una manera humorística. El humorismo es el
mejor desinfectante".
Reiner provenía de una familia ultraliberal --su padre incluso fue
blanco del senador Joe McCarthy en la década de los 50-- y ello se
vio reflejado en sus películas, si bien de modo sutil y humorístico
como Hollywood acostumbraba hacerlo en los años 70.
Reiner fue uno de los más feroces críticos de Donald Trump, alabó a
Kamala Harris y se sumó al discurso contra los "deplorables" en los
años de Hillary Clinton. Sin embargo, en los años que dirigió
películas sencillamente geniales, Rob Reiner se
guardaba esas opiniones y prefería expresarlas (o denunciarlas) con
humorismo.
No siempre fue así, por supuesto: En A Few Good Men,
estelarizada por Jack Nicholson, Reiner se fue de lleno no solo
contra el militarismo sino la corrupción al interior de esa élites,
una historia que ocurre en Guantánamo, donde Reiner pone al gobierno
cubano bajo una luz agraciada. Pero en esta cinta, aderezada con un
elenco magnífico que
incluyó a Tom Crusie, Demi Moore y Kevin Bacon, Reiner sacó mucha de
la mejor madera actoril de estas tres figuras.
Otra indudable obra maestra de Reiner es la ya referida This Is
Spinal Tap. Al respecto dijo Peter Frampton en una entrevista
con el vloguero Professor of Rock: "Cuando vi esa película quedé
asombrado. Todo era una sátira, un modo humorístico de ver a los
músicos de rock de los años 70, tu sabes, los clichés, las
groupies", dijo el legendario guitarra. "Lo increíble fue la
exactitud de cómo Reiner retrata los ridículos y los excesos de ese
tiempo. ¡Yo nunca te ví ahí, Rob (Reiner)! ¿Cómo le hiciste para
retratar las cosas con tanto realismo provocándonos una sonrisa?"
Y pese a la miasma woke que ha inundado a Hollywood, Reiner
demostró pertenecer, como Bill Maher, a esa casta de simpatizantes
demócratas que aún manifiestan tener sentido común. En una de sus
últimas entrevistas con Pierce Morgan, Reiner dijo sentirse
"horrorizado" por la muerte de Charlie Kirk: "Desafortunadamente vi
el video (donde Kirk pierde la vida). Es terrible lo que ha pasado,
algo que no debe ocurrirle a nadie. No me importa cuáles sean tus
convicciones políticas, no podemos aceptar un acto así".
Agregó Reiner respecto al hecho que la esposa de Kirk haya perdonado
al agresor: "Lo que ella dijo en el servicio fúnebre es totalmente
correcto. Y aunque yo soy judío, también creo en las enseñanzas de
Jesús y creo en el perdón (...) que su esposa haya perdonado al
asesino me parece un acto admirable".
Irónicamente a esas declaraciones, el 14 de diciembre Reiner y su
esposa Michelle Singer fueron encontrados sin vida en su residencia
de Los Ángeles. Las primeras
investigaciones apuntan a que el presunto responsable es su hijo
Kirk, quien tiene un largo historial por abuso de drogas. De acuerdo
a las indagatorias, la pareja fue asesinada poco antes del mediodía
del domingo (al momento de redactar este texto, el hijo de la pareja
no ha sido localizado; los cuerpos fueron descubiertos por la hija
de Reiner).
Bob Reiner era un izquierdista, pero su talento también le atrajo
seguidores entre queines somos libertarios. Y aunque era casi un
octogenario, Reiner nos quedó a deber con su talento, aparentemente
interrumpido por un sujeto con el cerebro envenado por las drogas.
Descanse en paz Rib Reiner. En otra dimensión quizá ya se reunió o
está por reunirse con Carroll (Archie Bunker) O'Connor, su nemésis
en una serie donde incluso Sammy Davis Jr. no pudo evitar soltar una
carcajada cuando en un episodio Bunker se refirió a él con la
palabra "n". "Se necesitan muchas agallas para decirme eso en la
cara ¿sabes?", respondió Davis, con fingido amoscamiento. "No tantas
agallas como las que muestras al visitarme, tu eres especial para mí,
Sammy
¡no todos los n... son iguales!" Y aunque todo era parte de un
guión, Sammy Davis dijo después en una entrevista: "ese episodio
mostró que el racismo es una estupidez, una tontería. Al concluir la
escena todos aplaudimos y nos abrazamos.. estábamos conscientes de
las repercusiones que tendría ese episodio entre el público..."
Si Rob Reiner participó en la hechura de ese guión, le refrendamos
nuestro profundo respeto, y si no... igualmente. La izquierda honesta
en la industria del entretenimiento ha perdido con Rob Reiner a una
de sus piezas más valiosas.
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