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Por caridad, bajen ya del escenario a Frankie Valli

Como parte de un grupo legendario, y luego por su cuenta, este intérprete y compositor angloitaliano rebasa ya las nueve décadas de vida y se sigue presentando en vivo, aunque con el apoyo del playback aunque, físicamente, su imagen provoca más preocupación que aplausos. Duele llegar a conclusiones como ésta, sobre todo tratándose de Frankie Valli: retírese, por favor. Ya nos demostró sobradamente que es uno de los mejores en la historia de la música

ENERO, 2025. Ya desde principios de este siglo se manejaba como broma el que figuras legendarias de la música pop deberían subir con un tanque de oxígeno al escenario, o por lo menos con una andadera. Dos décadas más tarde, el chiste se ha convertido en dolorosa realidad.

Es triste enfrentar este temor: dentro de las próximas dos décadas, el mundo perderá a casi todas los creadores de la música que tanto nos deleitaron con su talento, figuras que brillaron intensamente de los 60 a los 90, pero dado que la mayoría rebasan ya los 70 años, debemos prepararnos para ver una serie de futuros epitafios, siguiendo la inexorable ley de la vida.

Lo hemos dicho en artículos anteriores: la música es un virus del que difícilmente podrás librarte, y quienes tratan de hacerlo con frecuencia los siguen haciendo discretamente o, como sucede con muchos grupos y cantantes, optan por recrear esas composiciones en conciertos y presentaciones en vivo. Cuenta además, por supuesto, el factor económico: el circuito de las oldies sigue siendo altamente lucrativo, al punto que es estima que anualmente produce 2 mil millones de dólares en ganancias.

Sin embargo, el envejecimiento natural de los seres humanos termina por forzarnos al retiro. Claramente ya no poseemos la misma energía ni el mismo aguante cuando teníamos 35 años que cuando hoy tenemos 60; los músicos y cantantes pueden en ocasiones romper en esta regla mientras las capacidades físicas e intelectuales les permitan tocar sus instrumentos y vocalizar, quizá no como en sus tiempos gloriosos, pero sí de manera aceptable. Los fans toleran esos "gallos" producto de la edad pero no muestran tanto aguante cuando al cantante se le olvida la letra de las canciones, producto de lagunas mentales. Más que emoción que produce ver a nuestro artista favorito, el sentimiento es de lástima ajena, producto de comparar las glorias de antaño con la ruina actual.

Escribió Barry White en biografía: "Gracias a la música, terminé frente a un público gritando ¡bravo! en vez de terminar tras las rejas frente a un guardia gritando obscenidades", y ese símil podemos aplicarlo a Francesco Castellugio. El legendario Barry White pasó una temporada en prisión y fue allí donde reconoció que debería cambiar sus objetivos de vida. Castellugio, quien poco después sería conocido mundialmente como Frankie Valli, de adolescente fue pandillero, nacido en una familia de origen italiano de Newark, New Jersey. Lo que lo salvó de un destino diferente donde "no habría alcanzado una edad avanzada", como llegó a decir, fue su amor por el doo woop, género vocal donde el ritmo lo lleva el golpeteo de los muslos y que causaba furor entre los jóvenes hijos de inmigrantes en la década de los 50. "Cuando vocalizaba con los otros chicos del grupo, esos mismos policías que me perseguían ahora me ovacionaban y pedían más", recordó Valli en un artículo de Rolling Stone.

En 1960 se forma The Four Seasons y Valli, quien descubre que su voz podía alcanzar envidiables tonos de soprano, se convirtió en ídolo literalmente en cuestión de horas. Es parte de la leyenda que cientos de chicas se desmayaban de la impresión durante las presentaciones al escuchar al altísimo timbre de Valli al entonar canciones como "Sherry" y "Big Girls Don't Cry". Valli incluso tuvo un hit monumental con "Grease" en 1978, canción escrita por Barry Gibb y que fue parte de esa película.

Frankie Valli nació en 1934, por lo que el próximo mes de mayo cumplirá 91 años, edad que, en efecto, difícilmente habría alcanzado de haber sido pandillero. Pero a diferencia de Antonio Bennetto, más conocido como Tony Bennet y quien siguió cantando hasta los 96 años con casi todas sus facultades, las presentaciones en vivo de esta leyenda han resultado patéticas, lastimosas, lo que obliga a los fans a preguntarse si no es mejor ya aceptar el retiro y evitar que las glorias pasadas se sigan empañando.

La vida familiar de Valli está lejos de ser idílica. Su primera hija, Celia Sabin, falleció en un accidente en 1980, Francine, su otra hija, falleció ese mismo año de una sobredosis. El cantante entabló una orden judicial para mantener lejos a su hijo Francesco, a quien acusa de haberlo atacado el año pasado. De hecho, Francesco --quien padece desórdenes mentales y fuertes problemas de adicción-- también agredió a otro hijo del cantante.

Tal vez esa situación familiar tan conflictiva ha llevado a Valli a refugiarse en su música. Desafortunamente, sus facultades musicales y vocales lo han abandonado: de hecho ya no canta y en vez de ello se utiliza una pista. Sin embargo, lo más lamentable es que en ocasiones Valli se queda mirando fijamente hacia la nada y hasta se ha desvanecido, aunque sin perder el conocimiento. "Es un asunto aterrador", refirió una asistente a uno de esos conciertos, "la idea de que algún día Franki Valli se desplome sin vida sobre en escenario inevitablemente pasa por tu cabeza. La verdad, el asunto me parece un abuso hacia una persona de edad avanzada".

Y quizá ahí está el asunto: ¿se trata en realidad un deseo de Frankie Valli por continuar presentándose o alguien más lo está forzando a ofrecer un espectáculo lamentable?

Tal vez lo mejor sea bajar definitivamente del escenario al gran Frankie Valli, Es preferible quedarnos con el legado y las memorias de su maravilloso talento. Ya nada tiene que probar Frankie Valli al mundo que es uno de los grandes en toda la historia de la música y que The Four Seasons están al nivel de los Beatles, los Bee Gees, Elvis Presley o Tom Jones. Es totalmente innecesario que continúe ofreciendo lástimas.

 

 

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Última llamada, con ayuda de los arrepentidos

 

Es inevitable que, pasadas las elecciones intermedias, el rayito de la 4T se radicalizará políticamente, gane o pierda la mayoría en la Cámara de Diputados. Pero su discurso perderá peligrosa pólvora si se le logra arrebatar la hegemonía que le resultará indispensable para, ahora sí, terminar de hundir más a este país. Quienes en otro momento fueron porristas de López Obrador lo saben mejor que nadie

 

MAYO, 2021. Durante una reciente emisión acerca de los "arrepentidos" de haber votado por López Obrador y donde el anfitrión fue el conocido publicista Carlos Alazraki, los participantes se enfocaron en un solo objetivo a lograr en las elecciones del próximo 6 de junio: evitar que el presidente retenga la mayoría en el Congreso para de ahí, casi un hecho, destruir económicamente al país.

Entre los participantes se encontraba Guadalupe Loaeza, colaboradora del diario Reforma y por varios años porrista acérrima del señor López, incluso cuando éste bloqueó el Paseo de la Reforma durante cinco semanas en el 2006. "Los comerciantes y los restauranteros de esa zona tendrán considerables pérdidas pero podrán recuperarlas rápidamente cuando se levante el plantón", escribió Loaeza en ese tiempo, "pero permitir que no se respete la decisión ciudadana y dejar que Calderón llegue a la presidencia en forma ilegítima tendrá un costo para todos los mexicanos que no podrá ser reparado en muchas décadas".

Otro de los citados en la emisión, aunque no estuvo presente, fue Ricardo Rocha, quien durante varios años fue porrista del tabasqueño hasta que alguien dentro de Morena "soltó" una nota a los medios donde se le mencionaba como "el segundo periodista" que más dinero había recibido "a la sorda"  durante el gobierno de Peña Nieto. La emisión muestra un segmento de una entrevista que Alazraki le hizo a Rocha, y cuando en la sesión final de preguntas y repuestas alguien le pregunta "cómo es que no se había dado cuenta", cómo era realmente López Obrador, el ex conductor de Para Gente Grande contestó: "por güey, señora... qué otra cosa quiere que le diga..."

Igualmente se citó a otros "arrepentidos" entre ellos la actriz Susana Zabaleta, quien declaró poco después del triunfo del pejerayito en el 2018 "ahora sí lloverán recursos para apoyar a la cultura", cuando una de las primeras cosas que hizo el actual gobierno fue recortar el presupuesto a ese rubro del cual, por cierto, el 99 por ciento de sus empleados y promotores lo hicieron a favor de López, con lo que se cumplió la máxima del columnista cubano-americano Silvio Cantó: los promotores de la cultura siempre acaparan la primera fila entre los idiotas útiles.

Otros "arrepentidos" mencionados fueron los también actores Gael García y Diego Luna, quienes han afirmado estar "decepcionados" del rayito tabasqueño aunque se han deslindado de toda culpa. "Votamos por él, pero no somos responsables de sus acciones", dijo el jalisciense García, lo cual refleja inmadurez cívica: toda persona es copartícipe de todo lo bueno, y lo malo, que haga un político; no es ocioso recordar que por algo se les llama "puestos de elección popular".

Por un lado, es bueno que todas estas personalidades finalmente se hayan desencantado de un sujeto al cual muchos de nosotros desde el principio jamás nos encantó. Después de todo, los críticos más severos y tenaces suelen ser aquellos que alguna vez fueron simpatizantes pues ahora pueden rebelar abiertamente los defectos que antes, por cobardía o por complicidad, habían detectado pero se abstuvieron de decir.

Baeza dijo en ese programa que, días antes de la votación del 2018, sus "amigas" --referidas ampliamente en su libro Las Niñas Bien-- le advirtieron que López Obrador solo se estaba valiendo de las mujeres periodistas y que lo luego que ya no le sirvieran las haría a un lado. "Me reí en cara de todas ellas y les decía que el hoy presidente sería incapaz de hacer algo así", se lamenta hoy la escritora.

Sin embargo la respuesta de que "por güey" de Rocha, aunque suene sincera, también resulta insatisfactoria: ¿No fue capaz el señor Rocha, sin duda un hombre brillante y de aguda visión política, darse cuenta desde entonces quién es en realidad López Obrador?  Sería bueno que Rocha nos aderezara hoy su comentario añadiéndole que "por güey", se burló abiertamente de todos aquellos que en el 2006 advertían que López era un peligro para México.

Es aquí donde salta un punto interesante: si se supone que todos estos personajes son lumbreras de la política, profundos analistas y gente que respira política desde que se levanta hasta que se va a dormir ¿cómo es que no percibieron algo que millones de mexicanos ordinarios percibimos casi de inmediato? ¿Cómo fue que personas millones de personas que no poseen maestrías, ni columnas periodísticas y en ocasiones no saben ni el nombre de sus diputados locales y federales, concluyeron que López Obrador es un obseso por el poder, se trata de un mitómano consumado y no es leal a nadie más que a sí mismo?

Nunca es tarde para arrepentirse, y qué bien que Guadalupe Loaeza, Ricardo Rocha, Zavaleta, Gael García, Diego Luna y varios más hayan visto al farsante detrás de su vestimenta de Mesías. Solo falta que ese desencanto termine de demostrarse el próximo domingo cuando tendremos la oportunidad. quizá la última, de detener los afanes del rayito de esperanza y que la 4T nos lleve a la ruina económica.

Porque algo se seguro: transcurridas las elecciones intermedias y gane o pierda, López Obrador se va a radicalizar. Y esta radicalización seré peligrosa, e inevitable, en caso que el señor retenga la mayoría en la Cámara de Diputados. Esperemos que Morena pierda su hegemonía en el recinto o de lo contrario nos estaremos lamentando, como Rocha, que "por güeyes", dejamos que se México se jodiera más.
 

 

 

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