Otros
textos de Y Demás
Los que se fueron este 2018
A cuatro décadas de Guyana,
siguen las interrogantes sobre el suicidio revolucionario
de Jim Jones
Ace
Frehley, el otrora Kiss sigue su
paso galáctico
¿Qué sigue, Pepe Le Pew demandado por
acoso sexual?
El soul y el auténtico
feminismo de Aretha Franklin
El tonto (e hipócrita) de esta semana:
Richard Branson
Archivo
|
|
Y DEMÁS/Lo que fue...
La triste,
terrible vida de Hervé Villechaize
Los fantasmas internos de este talentoso actor francés
terminaron con la vida de quien encarnó a uno de los
personajes más queridos de la TV en los años setenta. Un
repaso biográfico a lo que fue con Hervé Villechaize
Versión impresión
ENERO, 2019. Es común
que cuando termina la temporada de una serie televisiva, los
representantes de los actores se acerquen a los productores
para exigirles un aumento sustancial en sus percepciones.
Pero Aaron Spelling, el productor de La Isla de la
Fantasía, derramó el café sobre su escritorio cuando el
agente de Hervé Villechaize, coestrella de la exitosa serie,
exigía recibir un sueldo superior al del
protagonista, Ricardo Montalbán, al que debería agregarse un
porcentaje de las ganancias totales producidas por cada
episodio.
"No había necesidad alguna de discutir el punto, realmente",
escribió Spelling en su biografía A Prime Time Life.
"Eran exigencias desproporcionadas. Alguien había
malaconsejado a Hervé y era momento de pagar las
consecuencias". En vez del ansiado aumento, lo que Hervé Villechaize recibió fue la noticia de que sería
reemplazado para la siguiente temporada. No iba a ser fácil,
como reconoció Spelling, "pero la estrella del programa era
Ricardo, y Hervé había aceptado aquello sin reservas". Más
desconcertante aun fue que a poco de iniciar la temporada
anterior, se le había dado gusto al diminuto actor
otorgándole un remolque en el set de filmación como la que
disponía Montalbán.
De hecho, buena parte del staff de La Isla de la
Fantasía respiró aliviada cuando se anunció la salida de
Villechaize. "Era muy carismático al principio pero se le
subió la fama y se hizo insoportable", refirió una de las
peinadoras. Lo indudable es que el rating de La
Isla de la Fantasía resintió su ausencia y apenas duró
dos temporadas más al aire. "Lo que nunca cayó en cuenta
Villechaize ni quienes le dieron malos consejos es que el
elenco de La Isla eran figuras reconocidas que la
gente quería ver en la pantalla; con el tiempo el público lo
fue olvidando...", escribió el columnista Vittorino Matus,
autoproclamado fan de la serie.
En la grabación que realizó antes de pegarse un tiro,
Villechaize sentenció que "desde los seis años sabía que aquí no
había lugar para mí". Lo irónico es que el sitio que había
escogido, el de la industria del entretenimiento, durante
casi dos décadas millones de personas en todo el mundo lo adoraronn, esto obviamente debido a sus personajes, pero no
por cómo era en la vida real.
"La verdad es que Hervé era una persona muy difícil en el
set de filmación, y en ocasiones daba al director consejos no
solicitados", dijo hace años el ya fallecido Christopher
Lee, con quien trabajó en The Man With The Golden Gun. "Pero dado que Guy (Hamilton, quien dirigió
la película) también era de carácter fuerte, entre ambos se
logró un balance de fuerzas y la película pudo salir
adelante..."
Villechaize nació en París en 1943, y aunque era de origen
franco-inglés-polinesio, fue adoptado por un quiropráctico
que le realizó un doloroso tratamiento para que creciera de
estatura dado que padecía un desorden endocrino que
desembocó en enanismo. En la escuela soportó la burla de sus
compañeros hasta que optó por inscribirse en la Academia de
Bellas Artes donde estudió pintura e incluso llevó a exhibir
varios de sus trabajos, lo que le llevó a las inevitables
comparaciones con Toulouse-Lautrec. Villechaize era
aficionado a las series televisivas procedentes de
Norteamérica por lo que decidió irse a radicar a Estados
Unidos en busca de fortuna.
Si algo tenía Villechaize era su consumado donjuanismo. En
vez de empezar por la galantería y los detalles, el futuro
actor expresaba abiertamente a las mujeres sus intenciones y
en la mayoría de las veces tuvo éxito, quizá porque en los
años 60 el pudor sexual de otrora se había ido al permisivismo
total, o quizá porque ese petit
française tenía algo que
seducía a las damas, a quienes nunca pareció importarles su
estatura. "En eso se parecía, totalmente, a Lautrec",
escribió la revista Entertainment Weekly cuando recordó a
Villechaize.
El actor apenas podía sobrevivir gracias a pequeñas
películas de bajo presupuesto y en breves apariciones en
televisión. Optó por trasladarse a Hollywood donde solía
dormir en exteriores al lado de un colchón que colocaba al
lado de su auto. Fue entonces en 1973 cuando Broccoli y
Saltzman, los productores de la exitosa saga de
James Bond
lo buscaron para otorgarle el papel de Nick Nack, comparsa
del villano Scaramanga (Lee) en la película The Man With
the Golden Gun. Según dijo
Roger Moore años
después: "Durante el rodaje en Hong Kong, Villechaize
aprovechaba los descansos para ir en busca de mujeres... me
juró que había conquistado a unas 36, 'pero recuerda
que si tuviste que pagarles entonces no cuenta', le
advertí..."
So coestelar, la bella actriz sueca Maud Adams, afirmó que
Villechaize le dijo "esta noche iré a tu cuarto, me meteré
entre las sábanas y te haré al amor", ante lo cual ella
respondió "si lo haces me enojaré mucho contigo..." (Además
de eso, Nick Nack fue de los pocos villanos que no mueren al
final de la cinta; el otro, naturalmente, fue Mandíbulas,
encarnado por
Richard Kiel).
Pese a los choques con el director Hamilton, Lee aseguraba
que el rodaje "fue uno de los momentos más felices para
Hervé, por primera vez se convertía en el centro de atención
y si la película era exitosa eso lo proyectaría
mundialmente, cosa que afortunadamente ocurrió..."
Curiosamente, la fama le arrancó al actor el magnetismo de
galán que alguna vez disfrutó; quizá porque la seducción
sexual
"directa" de los años 60 ya no era tan apreciada en la
siguiente década, o quizá porque se ganó fama de poco
romántico. Como sea --y aunque era asiduo de las orgías que
se realizaban en Hollywood-- Villechaize tuvo novias en casi
toda su vida adulta.
Pero después de esa película ya no pasó nada más.
Villechaize aceptó papelitos aquí y allá de modo que pronto
comenzó a tener apuros económicos. Entonces su agente envió
un sobre con su trayectoria a la oficina del productor Aaron
Spelling, ya famoso por sus series Angeles de Charlie,
Starsky & Hutch y
El Crucero del Amor. Spelling ya había
amarrado la firma de su viejo amigo Ricardo Montalbán pero
requería de otro actor que le sirviera de respaldo (entre
los probables:
Burt Reynolds, John Travolta y Ned Beatty;
los tres rechazaron la oferta).
"En cuanto escuché su nombre supe que Hervé era la opción
ideal", escribió Spelling en su biografía. "La gente lo
reconocía por haber aparecido en una cinta de James Bond,
pero me pareció que sería la compañía perfecta para un
hombre misterioso como el señor Roarke; su personaje sería
la conexión entre los invitados y el mundo terrenal al cual
Roarke no pertenecía completamente..."
|
¡El avión, el avión!
Luego de haber ganado hasta 40 mil dólares por
episodio en La Isla de la Fantasía, a
Villechaize apenas le quedaban 35 mil dólares en su
cuenta bancaria; llevaba más de un año sin recibir
una sola oferta de trabajo... |
El éxito de La Isla de la Fantasía
fue inmediato. Los
guionistas procuraron que Roarke y Tattoo llevaran una
relación informal al principio de cada historia y que
permitía ir relajando a los televidentes. "De no haber sido
por Tattoo, la figura de Roarke fácilmente hubiera pasado a
ser la de un personaje tenebroso, un vampiro o algo así", escribió el
columnista Matus, "pero con el diálogo amistoso que solían
tener al principio y al final de cada episodio, Roarke se
humanizaba, obligado a sonreír ante las ocurrencias de su
coanfitrión".
Sin embargo las desmedidas exigencias salariales de
Villechaize forzaron su salida de la serie. El actor había
tenido un enorme golpe de suerte y lo dejó ir por el peso de
su ego. Lo peor es que carecía de un "Plan B", quizá seguro
que le era indispensable a la serie. Más tarde Villechaize
se dio cuenta de su error y buscó una entrevista con
Spelling, quien se negó a recibirlo. "Si decides renunciar
es porque lo has meditado muy bien. Si buscas regresar,
obligas a los productores a decir que siempre no a los
actores que han entrado a suplirte", dijo Montalbán en una
entrevista, " a Hervé, por lo demás un extraordinario actor,
lo aconsejaron mal... definitivamente".
La vida de Villechaize se convirtió en un infierno: se
divorció de su segunda esposa, comenzó a abusar del alcohol
y a dilapidar todo lo que había ganado por su actuación en
el programa, lo que lo hizo caer en profundas depresiones.
Entonces la TV española lo invitó a realizar unas parodias
del entonces primer ministro español Felipe González, con
quien tenía cierto parecido físico. Pero el contrato terminó
bruscamente debido al comportamiento cada vez más errático y
de "divo" del actor francés. En 1989 regresó a Estados
Unidos y se consiguió otra novia; "por primera vez en muchos
años me siento feliz con una mujer a mi lado", dijo
Villechaize a la revista People.
Villechaize estaba esperanzado a que se
acercara algún productor, pero cuando ello ocurrió, el actor
sufría fuertes problemas de alcoholismo acompañados de mal
comportamiento incluso al momento de ensayar las escenas.
Pasó un año y el actor seguía sin recibir una sola oferta de
trabajo, con apenas 35 mil dólares en su cuenta de banco, es
decir, menos de los 45 mil dólares que estaba recibiendo
semanalmente por cada episodio en La Isla de la Fantasía.
Había otro problema, aparte del económico: los órganos
internos de Villechaize eran de tamaño normal, lo que
comenzó a producirle profundos dolores, en especial el
tórax; batallaba para respirar y moverse. Comenzó a sufrir
úlceras e infecciones gastrointestinales.
El 4 de septiembre de 1993 su novia Kathy Self salió de
compras mientras Villechaize veía una película. Cuando ésta
terminó, el actor salió al patio trasero, tomó una
grabadora, apretó PLAY y a manera de despedida
estipulaba que sus bienes pasaran a ser de su propiedad y
recriminó a su familia; "Desde 1955 ustedes no han hecho
nada por mí... no merecen nada". Enseguida tomó se colocó un
cojín en el pecho, colocó el arma y disparó. La bala cruzó
su cuerpo, rompió el cristal de la puerta del patio y se
incrustó en la pared. La grabación registró todo el momento,
incluso los lamentos de Villechaize de "...estoy muriendo".
Cuando regresó su novia, Hervé aún estaba vivo pero fue
declarado muerto al llegar al hospital. La noticia provocó
un shock en la opinión pública, aunque no sorprendió
a quienes lo rodeaban o habían trabajado con él. "Varias
veces percibí que Hervé tenía mucha furia dentro de sí, y
cuando te haces famoso es muy difícil manejar eso", dijo
Christopher Lee en una entrevista.
Recientemente el canal HBO estrenó un programa sobre la vida
de Villechaize, encarnado por Peter Dinklage (Game of
Thrones), basado en la historia que el fallecido actor
le contó al director británico Sacha Gervasi, quien tuvo
tres días de juerga continuos con Villechaize semanas antes
del suicidio. "Conforme me contaba su historia sentí que
quería que me convirtiera en su biógrafo", dijo Gervasi. Sin
embargo, la película tuvo regular éxito en ratings.
Textos
relacionados
A lo mejor de
acuerda:
La Isla de la Fantasía
[Junio, 2016]
¿Desea opinar
sobre este texto?
fasenlinea@yahoo.com
oscar_maderecho@gmail.com
1
opiniones
carlos_aldama87
escribe 11.01.19
El Tatoo conoció a muchas
mujeres, llegó a ser millonario, se dio sus muy buenas
paseadas y se convirtió en un ícono de la televisión, su
final fue trágico pero su vida la verdad no me parece ni
triste ni tan terrible |