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 Igual que con el 9-11, el agredido es el culpable

Fue un ataque artero contra civiles que disfrutaban un concierto de música. Cuando el país agredido inició el contraataque se convirtió en el monstruo de Medio Oriente que aniquila a niños y a seres inocentes. Es el efecto pro Hamás que comparten políticos, universidades y prensa, todos ellos repitiendo como pericos el mismo, trasnochado discurso donde quien pega primero es libre de toda culpa

OCTUBRE, 2024. Igual que como sucedió tras los atentados del 1 de septiembre en Nueva York y Washington, la narrativa de la prensa culpa al agredido, en este caso Israel, del ataque sufrido el pasado sábado 30 de septiembre durante un festival en honor de la paz, la libertad y la tolerancia donde 600 personas, en su mayoría jóvenes, fueron asesinados por miembros del grupo terrorista Hamás que cruzó la frontera y realizó una masacre sin precedentes.

Independientemente de la máxima ironía del nombre del evento donde se desarrolló la masacre, este brutal ataque no terminó ahí: se reportó que decenas de cuerpos fueron mutilados, pateado y se escupió sobre ellos. Asimismo, los sujetos entraron a casas aledañas a la zona del concierto y masacraron niños y recién nacidos.

Israel sufrió el peor ataque a su territorio en la historia de esa nación, conformada por descendientes o parientes de quienes fueron víctimas del nazismo, otro régimen monstruoso que , en retrospectiva, difiere poco o nada con los capitostes de Hamás, quizá su gusto por la música clásica y el traficar con obras de arte.
 

El ataque de Hamás no se dio contra objetivos militares específicos sino contra cientos de jóvenes y adolescentes que se decían amantes de la paz, la convivencia y, puede decirse casi con certeza, críticos del gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu. Muy posiblemente también, y dentro de esa filosofía neohippie del Peace and Love surgida en la década de los sesenta, veían a sus vecinos palestinos con simpatía y como víctimas de una injusticia histórica. Así suele funcionar el idealismo de estos jóvenes.

El encontronazo con la realidad fue brutal, y dejó en claro que Israel no puede bajar la guardia en ningún momento. De hecho, varias versiones han circulado en el sentido de que los asistentes al concierto exigieron que tanto policía como ejército "se mantuvieran alejados" del evento, quizá como forma de transmitir un gesto de buena voluntad a los palestinos (la zona se encuentra a unos pasos de la zona fronteriza).

La condena fue general, excepto, claro, entre ciertos políticos, las universidades y, naturalmente, la prensa. Entre los primeros tenemos al presidente mexicano Andrés López quien pidió que ambas partes "entablaran un diálogo", lo que provocó la furia de la embajada de Israel en este país. ¿Acaso nadie ha informado al tabasqueño que ha habido decenas de intentos de dialogar con Hamás y que en respuesta éste ha afirmado que solo dialogará hasta ver destruido al estado de Israel? Por su parte, el presidente espurio de Venezuela Nicolás Maduro se aventó un home run de estulticia al denunciar que "Cristo era palestino y fue crucificado por, entre otros, el imperio español". (¿Se puede ser tan imbécil como para desconocer que el Mesías era judío y que en ese tiempo lo que hoy es España se encontraba ocupado por el Imperio Romano?)

En las universidades se dio otro tanto: varios "consejos estudiantiles" en Harvard y Yale se manifestaron contra "la represión israelí" y exigieron el "retiro inmediato" de Israel de la Franja de Gaza. De nuevo, estos futuros profesionistas que quieren arreglar el mundo no están al tanto que desde el 2007, las tropas de Israel abandonaron Palestina y que ahí gobierna Hamás, partido político que ganó abrumadoramente las elecciones.

Sin embargo el trofeo de mala leche y manipulación, más que de ignorancia, se lo llevan las agencias informativas internacionales, trofeo que también comparten varios periodistas y diarios tanto latinoamericanos como españoles.

Aunque se supone que existe una lucha frontal universal contra el antisemitismo, durante una de las manifestaciones pro palestinas en Nueva York se ve a un sujeto mostrando la suástica al tiempo que en Sydney los manifestantes pedían que se enviara a lo judíos "a la cámara de gases". Con excepción del The New York Post, ningún otro medio reportó esto como "delito de odio" ni tampoco hubo arrestos.

La siguiente nota, aparecida en El Universal de México, da cuenta de cómo esta prensa bien pudiera ser vocera oficial de Hamás. Con el encabezado "Gaza vive días de oscuridad" (Gaza es la franja donde se asienta la población palestina) ese diario ubica a los palestinos como víctimas de la barbarie israelí, cruel con la población civil:

Rodeados de escombro y destrucción, los hospitales de la franja de Gaza están al borde del colapso en medio de un corte eléctrico general que se suma a la escasez de insumos y personal médico, comprometiendo la atención de más de cinco mil heridos en el enclave palestino...

¿Cuál es el tono de esta nota? Bueno, que en primer lugar "olvida" mencionar el artero ataque palestino, como si de repente un enloquecido Netanyahu decidiera aniquilar a los habitantes de la franja, argumento que es reforzado al mencionar a los heridos cuya responsabilidad se atribuye a Israel y no a Hamás, que de no haber realizado los ataques, estas personas no serían hoy pacientes de hospital.

Veamos otra parte de la nota, claramente condescendiente con la causa palestina:

Desde que el movimiento islamista Hamás (...) sorprendió a Israel el sábado pasado con un ataque sin precedente por tierra, aire y mar, el Ejército israelí ha contraatacado con incesantes bombardeos sobre mil 687 objetivos, muchos de ellos estructuras milicianas, pero también viviendas, mezquitas y otras instalaciones civiles.

Nótese cómo la nota denomina a Hamás como "movimiento islamista" y no lo que es, un grupo terrorista que asesinó a mansalva a medio millar de jóvenes que no le representaban amenaza alguna. No: para esas agencias, los monstruos, los villanos, los terroristas, son esos simpatizantes de Trump que entraron al Capitolio en enero del 2022. Esos tipos sí merecen la condena mundial.

Y para dejar en claro la brutalidad del gobierno de Israel contra sus pobres vecinos, la nota continúa:

En cinco días, la guerra ha dejado mas de mil 200 muertos y tres mil heridos en Israel, mientras que los bombardeos en Gaza han dejado ya mil 55 muertos y al menos cinco mil 184 heridos.

Viene enseguida un punto surrealista que da muestra de cómo un grupo terrorista puede ser tan tonto, o tan malvado, según se vea:

Los proyectiles israelíes han dañado gravemente los aparatos que suministraban electricidad desde Israel, afectando las redes en numerosas provincias.

¡Un país ataca a un vecino suyo que le abastece del servicio eléctrico y cuando éste le corta el suministro es culpable de ello! Franz Kafka debe estar dando de patadas a su ataúd. ¿Cómo esperaban estas agencias que respondiera Israel, que mantuviera el servicio para que los terroristas de Hamás se pasaran la noche en vela planeando otro atentado? Pero hay más:

El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ordenó el domingo un "cerco total" sin suministro de combustible, comida, electricidad, y ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, que depende de Israel para abastecerse pues está aislada, bloqueada por aire, tierra y mar por el estado judío y Egipto desde 2007, cuando Hamás tomó el poder.

Se debe ser increíblemente estúpido para realizar un ataque contra un país del que dependes prácticamente para todo. Por lo menos Fidel Castro no era tan tonto como para pasar de la amenaza verbal a la física contra su vecino yanqui, y tampoco habría sido lo suficientemente estúpido como para realizar un ataque de Cuba al estrecho de la Florida. Hamás parece estar motivado más por el odio irracional hacia Israel que por los sesos.

El comentarista Óscar Mario Beteta, de Radio Fórmula, condenó la "brutal contraofensiva" de Israel y advirtió que esos ataques "suelen irse en contra de quien los ejecuta". Y no, no hablaba de Hamás, sino del ministro Netanhyaju. ¿Nadie le habrá dicho que desde su fundación, Israel ha vivido en estado de guerra, que no tiene un solo vecino amigable y que se han agotado todas las posibilidades de dialogar con ellos? Además de ello, ¿cuál ofensiva de Israel ha tenido el efecto contrario al deseado? Naturalmente Beteta, que claramente simpaiza con Hamás, se molestó en mencionar.

De nuevo, fue Hamás el que atacó. Pero los medios, que alababan a esos jóvenes amantes de la paz que asistían a un concierto pacifista cuando participaban en protestas antiTrump o lloraron por la muerte de George Floyd, los han ignorado completamente ahora que fueron víctimas ellos mismos de los "militantes islamistas". Ahora les tocó estar en el peor lugar en el peor momento y nada más.

 

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