fasenlínea.com

Análisis, comentario Y Demás

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Otros textos de Cine

Johnny Depp, en caída libre sin fondo a la vista

Joel Schumacher: adiós con honores a un director en grande

Michael Moore, o cuando la basura deja de ser útil

Obra maestra del humorismo: The Party, con Peter Sellers

Harvey Weinstein rumbo al bote... ¿y sus amigotes por qué tan callados?

El cine hecho música cortesía de John Williams

Archivo

 

 

 

 

 

 

Hollywood "condiciona" sus requisitos a Mejor Película: cómo se autodestruye una industria

Aunque su actitud woke y la pandemia están resultando en tremendas pérdidas para los estudios, la Academia acaba de imponer nuevos lineamientos para otorgar el Óscar a Mejor Película... por si hubiera dudas de cómo se escribiría el obituario de una industria otrora grandiosa y radiante en talento

Deberé crear nuevo yo... Prometo desechar mis tendencias anarquistas  e individualistas dentro de mis perspectivas y métodos creativos...

Sergei Eisenstein luego que Stalin lo "amonestara" y le prohibiera seguir dirigiendo

Versión impresión

SEPTIEMBRE, 2020. Paras todos quienes crecimos con las películas de Hollywood y amamos muchas de sus producciones, lo que está ocurriendo actualmente en sus entrañas equivale a ver cómo un personaje que fue brillante, ingenioso y abierto a todo tipo de propuestas se vuelve intolerante, cerrado a sus propias ideas y que culpa a quienes lo rodean de todas sus penurias y desgracias y cuyo envejecimiento es profundamente lastimoso.

Pero también recordamos que ese personaje llamado Hollywood era profundamente racista. ¿En cuántas de sus películas nos tocó escuchar música de mariachi de fondo cuándo aparecían escenas de México, que todos los actores latinos que aparecían ahí cerraban sus diálogos con un ridículo "sí, señor", y que solía dar papeles de sirvientes que habían entrado ilegalmente al país? Sin duda, Hollywood como industria ha encasillado y estereotipado a sus actores de una manera, mínimo, vergonzosa.

Pues bien, décadas después, las cosas se han ido al otro extremo y ahora Hollywood se dice defensora ardiente no solo de las minorías raciales sino en contra de los estereotipos pero lo hace culpando al resto del mundo, incluidos todos aquellos que hemos comprado cerros de boletos para ver sus películas, de ser "racistas". Los estudios de Hollywood ahora nos salen conque todos somos culpables de sus pecados.

Todo comenzó en el 2015 cuando Will Smith hizo tremendo corajote porque no lo postularon para ningún premio ni a él ni a  la película que protagonizaba, llamada Concussion, que narraba la historia d eun ex jugador de la NFL que demanda a su equipo por el deterioro físico como consecuencia de haber sido un profesional. El problema es que fue una película mediocre, muy lejana a las exigencias que la Academia tenía en ese momento para nominar a sus candidatas a Mejor Película. Pero Smith, a quien ya habían nominado anteriormente por Alí (tampoco ganó) promovió la creación del hashtag  #oscartoowhite para que se incluyeran más actores negros en las categorías, esto pese a que la primera nominación a Mejor Actor entregada al actor negro Sydney Poitier se había dado en 1967. Pero no: para Smith y otros activistas, por lo visto la sociedad norteamericana sigue experimentando el mismo racismo de los años 50.

La Academia de Artes y blá blá blá acaba de anunciar sus nuevos "lineamientos" para escoger sus candidatas a Mejor Película, específicamente a partir del 2024 pero ya se sabe que esos "criterios" comenzarán a aplicarse en la siguiente entrega de los Óscares. ¿Y cuáles son esos criterios? Los "lineamientos" son un tanto largos pero los resumiremos en unas líneas: las películas que aspiren a ese reconocimiento deberán incluir por lo menos un miembro de una minoría racial del mismo modo que el equipo de producción que participe en el rodaje deberá ser mínimo un 30 por ciento integrado por miembros de esas minorías, incluidos incapacitados o de la comunidad hay. Asimismo, la película deberá incluir historias cuyo desarrollo esté relacionado con el avance social de esas minorías raciales".

Adiós pues a todas las películas que tengan lugar en un momento histórico donde las minorías --es decir, que no sean de origen caucásico-- no tuvieron una participación esencial o decisiva. Igualmente habrá que desechar todo guión que narre una historia de superación y lucha contra la adversidad que no lleve consigo una connotación del protagonista como miembro de una minoría racial. Adiós Forrest Gump, Rocky, Indiana Jones o Jason Bourne, todos ellos heteresexuales, blancos y ejemplos claros de masculinidad tóxica.

¿Quiere esto decir, por ejemplo, que a una película acerca de Napoleón s ele arrebatará todo rigor histórico al punto que ahora el líder de origen corso y su amada Josefina van a ser encarnados por actores de color? ¿Una cinta acerca de Enrique VIII lo transformará ahora en alguien con facciones nativoamericanas, todo con el fin de cumplir las cuotas exigidas por la Academia? ¿Los futuros proyectos fílmicos biográficos donde los protagonistas sean Elvis Presley o Frank Sinatra los presentarán súbitamente con la piel más oscura?

 Sorprende la tibieza con la que se ha recibido este comunicado abiertamente estalinista por parte de la Academia, en especial la apatía mostrada por el gremio de guionistas quienes suelen tener una piel extraordinariamente sensible cuando los estudios tratan de imponerles reglas y limitantes. ¿Tan de acuerdo están con estas nuevas ataduras a su creatividad que prefieren callar, o será que su agachismo ha alcanzado grados superlativos?

La Academia prácticamente está chantajeando a este gremio y a la industria en general al dictar qué temas se deben abordar si es que quieren aspirar a ganar el Óscar a Mejor Película. Pero son lineamientos abiertamente estúpidos: supongamos que alguien decide filmar una película sobre la vida de Óscar Wilde con lo cual se estaría cumpliendo uno de los "requisitos", esto es, que el protagonista perteneciera a las "minorías raciales y sexuales" pero al mismo tiempo se estaría saltando otro "requisito", que el protagonista es blanco. ¿Se le va suplir con un Óscar Wilde afroamericano (o afroirlandés, para el caso) con tal de que la película pueda aspirar al máximo galardón?

La paradoja más increíble los estudios promueven estos "lineamientos" sin que ninguna de sus altas autoridades se hagan a un lado para dar lugar a miembros de minorías raciales para que ocupen sus puestos. ¿Cuántos de estos magnates que manejan los estudios de Hollywood no son de piel blanca? ¿Estaría de acuerdo Bob Iger, el mandamás del megamemporio Disney, ceder su jugoso empleo a alguien perteneciente a esas minorías que Hollywood ahora considera son víctimas de la historia?

Hay que puntualizar que los "lineamientos" de la Academia tienen mucho qué ver con el hecho que la actriz Octavia Spencer está hoy al frente. Spencer es una actriz afroamericana quien ganó un Óscar en el 2012. Sin embargo estos "lineamientos" representan un racismo a la inversa que producirá un daño irreparable ala industria al punto en que el analista Steve Turley considera "un chiste de humor negro" pensar que para el 2024, y con una industria que va en total decadencia, todavía haya algún productor que quiera aventarse a filmar una película que le hará esfumar su inversión más rápido que cubeta de palomitas en una sala de cine.

Cuando se ha tratado de dar "línea" a las historias y argumentos de una película, el resultado es catastrófico, no solo para la creatividad artística sino para los actores y directores para quienes la libertad de ideas es tan esencial como el dinero que precisan para materializar sus proyectos. El caso más conocido es el del genial cineasta ruso Sergei Eisenstein, quien terminó devorado por la censura estalinista. Una vez que ello ocurrió Eisenstein se dedicó a producir películas propagandísticas que nadie tenía interés en ir a ver, y se convirtió en un director mediocre. Peor aún, Eisenstein tuvo que tragarse la humillación agachándose frente al tirano y echándose a sí mismo la culpa por haber caído de su gracia.

El golpe ha sido devastador para la industria cinematográfica rusa: pese a la caída del Muro y la desaparición de la URSS, la industria cinematográfica de ese país lleva décadas sin producir nada memorable.  La decisión de la Academia está llevando a que la Mejor Película lleve una rgumento monotemático, centrado más en el color de piel de los actores que en sus capacidades histriónicas: semejante estupidez llevará a la autodestrucción de esa industria dado que al 90 por ciento de los aficionados al cine lo que nos interesa es una buena historia; el origen étnico de los actores nos importa un absoluto carajo.

La mayoría de nosotros admiramos a Denzel Washington Jr. y a Samuel L. Jackson por ser excelentes actores de altísimo nivel, y no por su origen afroamericano. Centrarnos en el color de piel más que en el talento solo llevará a la destrucción de Hollywood, una industria donde la competencia de ideas y proyectos entre sus actores, guionistas y directores la ha llevado a realziar superproducciones de gran talante. Para que sea exitoso y financiable, el cine debe llevar dentro de de sí el espíritu transgresor, adicto al riesgo y que reta a una industria acomodaticia para que los tome en cuenta a la hora de escoger candidatos y ganadores.

También el cine requiere directores de audaces que no se dobleguen ante las exigencias de los estudios para realizar películas convencionales, lo que su vez tambipen lleva a retar a quienes entregan las estatuillas para que los reconozcan. Con estos "lineamientos" estalinistas, directores como Milos Forman, Robert Altman, Stanley Kubrick y Clint Eastwood jamás habrían tenido oportunidad de hacernos llegar su enorme talento. ¿Podemos concebir que estos cineastas se agacharan ante estas exigencias? De hecho, es dudoso que incluso Oliver Stone llegue a hacerlo (aunque no lo es tanto con James Cameron, por cierto).

¿Cuál será el resutado final de este wokeísmo de la Academia? Seguramente y luego de quitarle a la estatuilla sus cualidades masculinas, la entrega de los Óscares, que de hecho cada año es más intrascendente, esta condición a Mejor Película terminará por tronar a la industria. Que le aproveche y se engolosine de la proquería que ya lleva rato eructando porque no habrá nadie más que se anime a consumir el producto que nos ha estado ofreciendo.

 

Textos relacionados

10 razones que explican la decadencia de Hollywood [Octubre, 2010]

 

¿Desea opinar sobre este texto?

fasenlinea@yahoo.com

oscar_maderecho@gmail.com  

 

 

0 opiniones

 

Inicio

Nacional

Internacional

Cibernética

 

Literatura

Cine

Medios

Y demás